El tamaño, si importa.

Hola amigos!

Cuando inicié este blog, les comenté que si algo me ha caracterizado es que adoro los deportes, pero la verdad es que no soy tan bueno practicándolos.  Digamos que me defiendo en lo que he desarrollado pero nunca he destacado.  Y este comentario lo retomo debido a que el domingo pasado fui testigo por segunda ocasión de como un jugador de la NFL rompe uno de los records más prestigiosos que pueden existir para este deporte y eso me emociona mucho.

¿Para portada del Madden no? 😝

La NFL y yo nos llevamos muy bien porque compartimos un punto en común.  Adoramos colocar estadísticas en todo.  Tal vez no somos tan extremos como el Béisbol, sin embargo, las estadísticas han sido gran parte del mundo del Fútbol Americano y la verdad es que disfruto cuestionarlas, platicarlas y también ver cómo se van transformando a lo largo de los años. 

Desde el QB rating, hasta los rankings de PP (Position Performance o Desempeño por posición en inglés).  Ahora bien, les comentaba que el domingo fui testigo de esta nueva gran hazaña y lo que más valoré de la misma fue la historia que tiene detrás.

Drew Brees, es uno de los mejores Quarterbacks que existe en la actualidad.  Pero antes de ser eso, fue un chico que estuvo muchas veces enfrentando a varias adversidades que sólo le ayudaron a enfocarse en una cosa, ser el mejor.

Drew nació en Texas y como buen "tejano", adoró el Fútbol Americano desde joven.  Cuando era pequeño en Austin, fue víctima de bullying debido a que siempre fue un jugador pequeño.  Y esto perduró durante los años cuando se involucró más en este deporte.  Drew jugó varias posiciones en el campo, pero su verdadera pasión era ser QB, es ahí dónde el reto se volvió mucho más complicado.  Drew salió de la escuela preparatoria midiendo 1.79 mts y eso automáticamente no lo hacía prospecto para ser seleccionado por alguna universidad de primera línea, debido a que no tenía "las dimensiones" necesarias para desempeñar la posición de mariscal de campo.  Aún así, Drew siguió perfeccionado sus habilidades a través de campamentos impartidos por jugadores profesionales, entre ellos, Peyton Manning.  Y al final la Universidad de Purdue lo seleccionó para jugar con ellos.

Peyton (3 años en la liga) y Drew (última temporada de Preparatoria)

Con Purdue, jugó 45 partidos y llegó a 11,792 yardas por aire y 90 pases de anotación.  Drew solo tuvo dos opciones acudir a Purdue o a Kentucky, pero escogió Purdue por sus altos niveles académicos.  Drew no solo pudo jugar un Fútbol Americano perfecto en su paso por la Universidad, además consiguió un título de Ingeniero Industrial, otra pasión que comparto con él.

Drew con los Boilermakers

Cuando llegó el momento de ir a la NFL, Drew fue seleccionado por los Cargadores de San Diego en 2001 con su 2do pick en la 2da ronda.  Drew fue la selección 32 global.

En San Diego, tuvo que lidiar con varios "sube y bajas", desde perder su puesto titular con otro QB legendario como fue Doug Flutie (ya muy veterano para ese entonces), hasta después volverlo a perder con el QB Novato de ese entonces 2004, Philip Rivers.   Y sobre todo, viendo mermada su condición física con la lesión en el hombro que sufrió en 2005 y que originó que los Cargadores se "deshicieran" de él.

Flutie y Brees con San Diego

En 2006, los Delfines de Miami y los Santos de Nueva Orleans, estaban interesados en sus servicios. Sin embargo, la cirugía de hombro fue un punto clave para que Miami se bajara de la puja por tenerlo en sus filas.  Brees y su familia preferían ir a una ciudad como Miami por lo que ofrecía en términos de nivel de vida, sin embargo, al final fueron a una ciudad de Nueva Orleans, recién devastada por el Huracán Katrina.

El Coach de los Santos, Sean Payton, cuenta que él personalmente fue a recoger a la familia Brees al aeropuerto, y al llevarlos a las instalaciones de los Santos, tomó una vuelta mal y esto los desvió por un camino en el cual todavía se podían observar las secuelas que el huracán había dejado en la ciudad.  Ahí fue donde despertó la necesidad de Brees y su familia de hacer algo por esta comunidad. 

Y lo hizo en dos campos, en el emparrillado empezó a entregar excelentes números y volver a los Santos un equipo contendiente y también fuera de la cancha, empezó a ayudar a la comunidad marginada por el terrible suceso.  Y ese año, Brees fue condecorado con el premio Walter Payton Man of the Year por sus labores altruistas.

Drew divirtiéndose un rato después de colaborar en trabajos de restauración en Nueva Orleans

El sueño siguió su camino y en 2009 culminó con la victoria en el Super Bowl y fue el jugador más valioso de ese juego.  

El domingo pasado, Brees se volvió el Mariscal de campo con más yardas por aire en la historia, superando a Peyton Manning.  Si, ese chico de Texas, que tiene mi estatura (1.83 mts) que podrá sonar alto para muchos, pero apenas lo mínimo para el juego y la posición que tiene.   Brees se inspiró en la figura de Flutie cuando fueron compañeros, porque tenían características similares.  Eran jugadores de estatura baja y de los cuales nadie esperaba nada.

Drew festejando el record con su familia

Ahora, Drew ha inspirado a otros jugadores a desafiar las posiciones y demostrar que el tamaño si importa, pero el tamaño del corazón es el que más importa.

Así que tomemos la lección de Drew, que es un hombre de respeto en la liga por todas sus acciones y una excelente persona.

Saludos!